El insensato de la playa que cada día iba a ese lugar a la misma y con la misma costumbre de no recoger lo que ensuciaba día tras día... Ensuciando cada vez mas aquel paraíso que el es privilegiado de poder disfrutar y que poco a poco lo iba destruyendo sin saber que tarde o temprano llegaría el día en el que echaría de menos sus horas de sol y baños en aquellas aguas cristalinas que la naturaleza le había regalado.
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